
Riccardo Calafiori llegó al Arsenal como una de las sensaciones de la temporada pasada. El defensor italiano impresionó con un nivel muy alto tanto en el Bologna, que logró clasificarse a la Champions League, como en la Eurocopa con Italia. Todo indicaba que su salto al equipo de Mikel Arteta sería el comienzo de una prometedora carrera en los grandes clubes de Europa. Sin embargo, ¿ha cumplido con las expectativas?
Para empezar, las lesiones no lo han dejado en paz: en la Premier League solo ha disputado 11 partidos, mientras que en la Champions League ha participado en apenas 4 encuentros. En lugar de jugar como central, su posición natural, Arteta ha optado por utilizarlo como lateral izquierdo, similar al rol que Pep Guardiola asigna a jugadores como Nathan Aké o Josko Gvardiol, centrales que funcionan como carrileros en el sistema. Calafiori destaca por su salida de balón, un aspecto que corresponde a su perfil natural como defensor, y por una técnica aceptable para realizar centros. Sin embargo, su capacidad en este aspecto no es destacable dentro del alto nivel competitivo de la Premier League.

El principal problema: su posicionamiento
El mayor defecto del juego de Calafiori está en su posicionamiento defensivo. Tiende a adelantarse demasiado en fase defensiva debido a su preferencia por presionar al jugador que recibe el balón de espaldas. Aunque esta estrategia puede ser efectiva en ocasiones, generando transiciones rápidas hacia el ataque, en muchas otras ocasiones deja huecos importantes en su línea defensiva. Esto obliga a sus compañeros a realizar esfuerzos extras para cubrir espacios, lo que indica que no se trata de una instrucción táctica de Arteta, sino de malas decisiones individuales durante los partidos.
Según las estadísticas de Sofascore, Calafiori promedia cerca de 7 pérdidas de balón por partido, una cifra alarmante para un defensor. Además, su desempeño como lateral izquierdo deja mucho que desear: apenas realiza un promedio de 0.2 centros por encuentro, con una precisión del 22%, lo que evidencia una clara deficiencia en este rol.
Por si fuera poco, el juvenil Myles Lewis-Skelly parece haber tomado ventaja en la lucha por la titularidad. El joven lateral aporta más amplitud y fluidez al juego del Arsenal, gracias a que su perfil es el de un lateral natural, lo que encaja mejor en el sistema de Arteta.

Un estilo que recuerda a David Luiz
Calafiori evoca recuerdos de David Luiz, un central que combinaba elegancia en la salida de balón y atributos físicos destacados, pero que también sufría de importantes deficiencias tácticas. Estas carencias son especialmente graves en equipos de alto nivel, donde el posicionamiento y la toma de decisiones son fundamentales.
Si bien Calafiori tiene potencial, parece estar lejos de consolidarse como un jugador fiable para el Arsenal. Si no mejora su disciplina táctica y su desempeño general, será difícil que permanezca en los Gunners a largo plazo.