Liverpool terminará la temporada como campeón de la Premier League. En cualquier otro año, esto sería motivo de celebración absoluta, especialmente considerando que solo han ganado una Premier en este siglo. ¿Es una buena temporada? , pero definitivamente tiene un sabor agridulce.

La era post-Klopp: Arne Slot y una llegada inesperada

La salida de Klopp sacudió a todos. Era lógico que, llegara quien llegara, hubiese dudas ante el legado del técnico alemán. Más aún cuando el elegido fue Arne Slot, un entrenador con pocos pergaminos más allá de su gran trabajo en el Feyenoord.

Lo sorprendente fue que su filosofía de juego encajó como un guante en Anfield. El equipo fue dominante tanto en la Premier como en la fase de grupos de Champions, donde se mantuvo invicto… hasta que todo se cayó en una semana.

Las derrotas frente al PSG y el Newcastle borraron de un plumazo la posibilidad del triplete. De competir por todo, a quedarse solo con la liga.

¿Qué falló? 5 claves que marcaron el final de temporada del Liverpool

 

1. Falta de rotación

Muchos jugadores acumularon una carga de minutos muy alta. Entre los suplentes más habituales, quizás Curtis Jones y Darwin Núñez tuvieron más acción, pero en general el once inicial casi no rotó. Y eso, en abril y mayo, te pasa factura.

2. Un ataque sin jerarquía real

Más allá de Salah, el resto de atacantes no están a la altura de la súper élite.

  • Luis Díaz: Peligroso, sí, pero irregular. Su toma de decisiones es errática y muchas veces hace una de más.

  • Cody Gakpo: Más pragmático que brillante, cumple pero no marca la diferencia.

  • Diogo Jota: Ya está claro que su mejor versión es entrando desde el banco.

  • Darwin Núñez: Tuvo oportunidades, pero su ansiedad y falta de calma al definir lo condenaron. Impacta físicamente, pero no es confiable de cara al gol.

  • Federico Chiesa: Llegó como un fichaje prometedor, pero tampoco dio ese salto.

En resumen: buenos jugadores, pero ningún “game changer” más allá del egipcio.

3. El dilema Salah

¿Es un crack? Sí. Pero necesita apoyo. Salah es muy directo, y aunque sus números son excelentes, no es un jugador que se cree jugadas solo ante defensas cerradas como lo hacen otros cracks. Si está rodeado de jugadores de clase mundial, puede brillar en Champions. Pero si es la única referencia ofensiva top, el equipo se estanca.

4. Laterales, un problema sin resolver

  • Trent Alexander-Arnold sigue siendo clave en ataque, pero sufre demasiado en defensa. Además, desde que comenzaron los rumores del Real Madrid, su nivel defensivo volvió a caer.

  • Andrew Robertson ha tenido una temporada gris: menos claridad en ataque, centros imprecisos, y lesiones que le quitaron velocidad. Ya no marca diferencias y empieza a costar más de lo que aporta.

5. Gestión de contratos

Aunque Salah y Van Dijk ya confirmaron su renovación, el manejo del tema fue pobre. El desgaste mediático y la incertidumbre afectaron al vestuario. La dirigencia tardó demasiado en actuar, y cuando tus figuras son Salah, Van Dijk y Trent, no puedes esperar a que estén cerca de quedar libres para hacerles una buena oferta.

Conclusión

Liverpool gana la Premier, pero queda la sensación de que pudo ser más. La ilusión de un triplete se desvaneció en días, y hay varios ajustes que el club deberá hacer para mantenerse competitivo en la era post-Klopp.